Llega la tarde de Domingo de Ramos, los huercalenses tenemos una cita obligada, los de aquí y los que residen fuera pero que regresan en Semana Santa, fieles a sus tradiciones. Como cada año se revive el hermoso encuentro con nuestra Madre, la 𝐕𝐢𝐫𝐠𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐑í𝐨, este nuevo Domingo de Ramos.
Desde su Ermita, a las 16:30 horas, está convocada su cuadrilla de horquilleras, que con renovada y fervorosa ilusión bajarán a nuestra Madre en sus andas hasta la Era, para ser entronizada y esperar allí el encuentro con su pueblo.
Arremolinados en la era, contemplamos su imagen, esbelta figura de la más bella de las criaturas, su cara de Virgen niña encuentra la mirada del devoto hijo que acude a recibirla, a darle gracias por favores recibidos, pedirle el consuelo o simplemente elevarle alguna oración, una plegaria… Allí nos esperan sus varales para que TODOS AQUELLOS DEVOTOS que deseen llevarla en su trono, pueda hacerlo y llenarlos con desbordante alegría, sintiéndose honrados por ello.
Acompañaremos a nuestra Madre, junto a nuestros sacerdotes responsables de la Parroquia de Huércal-Overa, autoridades y cuantos devotos acudan, la Santísima Virgen del Río partirá desde su Era hasta nuestra Iglesia Parroquial donde en arrebatada algarabía y a los sones musicales de su himno entrará en nuestro templo parroquial, para celebrar la Sagrada Eucaristía, con la asistencia del pueblo jubiloso.
La tarde de Domingo de Ramos es un estallido popular por la celebración del reencuentro de la Santísima Madre del Río con sus hijos, fiel exponente de la devoción que nuestro pueblo de Huércal-Overa siente por Ella.
