ESPINAR LÓPEZ, GABRIEL (Algeciras, 1927 – Huércal Overa, 1996)

Con un año de vida, su padre, el magistrado Miguel Ángel Espinar de Terr, es trasladado a Almería. Realiza los primeros estudios en el Colegio de los Beatos Mártires de La Salle y, de allí, pasará al Instituto de Almería, donde obtendrá el grado de bachiller, teniendo como profesores a Celia Viñas, Fernando Ochotorena, Francisco Sáez y Andrés Pérez Molina. De ellos recibió el gusto por la enseñanza y la literatura. Sobre todo de la poetisa leridana (“De Celia recibí auténticos fogonazos de belleza literaria”), que le dedicó algunas poesías: “El amigo de viaje. Tren” (1947), “Soneto a Gabriel Espinar” (1964).

Una vez terminado el bachillerato, marchó a Madrid para licenciarse en Filosofía y Letras. Vuelve a Almería en 1951 como profesor ayudante en el Instituto. Y en el curso 1952-53 lo destinan al Instituto Laboral de Huércal Overa, hoy Instituto de Enseñanza Secundaria Cura Valera. Allí desarrollará toda su labor educativa, con más de veinticinco años como director del centro, hasta su jubilación en 1992. Su vocación le llevó a preocuparse por todo aquello que concernía a los alumnos del instituto, sobre todo a los que residían en el internado.

Hombre muy religioso, desde joven participó activamente en la vida de la Iglesia. Colaboró con las Congregaciones Marianas “Estanislaos”, en Acción Católica de la parroquia de San Pedro y en la recién nacida Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Oración en el Huerto y Ntra. Sra. de Amor y la Esperanza (“Estudiantes”). Escribió poemas y artículos para la Agrupación de Cofradías de Almería y para otras hermandades. Nada más llegar a Huércal Overa se involucra en las actividades de la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. Su ingreso en la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Sepulcro del Redentor (“Paso Negro”), vino a plasmarse en 1954 por dos motivos: en esta hermandad huercalense procesionaba también la Oración en el Huerto, al igual que en “Estudiantes”; y, por otro, su boda con Carmen Asensio Beltrán, hija de Pedro Asensio García y Andrea Beltrán Aledo. Su madre pertenecía a una familia de gran tradición en el “Paso Negro”. Su implicación en la cofradía es tal que en 1965, tras un periodo de enfrentamientos entre grupos discordantes de la Junta Directiva, es elegido presidente por su talante religioso y conciliador. A finales de los años setenta, después de una serie de decisiones que no beneficiaron a la Hermandad, encabeza desde la presidencia la renovación generacional que tanto necesitaba el paso. La sabia mezcla de veteranía y juventud propiciaron que las décadas de los ochenta y noventa fueran una de las épocas más brillantes del Paso Negro.

Gabriel Espinar también colaboró con el movimiento Indaliano, con la Pax, periódico diocesano de Acción Católica; estimuló el teatro estudiantil huercalense; escribió poesías, la mayoría inéditas; fue conferenciante, catequista y presidente de la Comisión Pro-Beatificación del Cura Valera. En 1994 pronunció el pregón oficial de la Semana Santa de Almería y, en 1996, el de la Semana Santa de Huércal Overa. Fue colegiado de honor de los licenciados en Filosofía, Letras y Ciencias y se le concedió la Cruz de Alfonso X el Sabio. Murió el 19-X-1996 tras una grave enfermedad que sufrió con la dignidad y resignación que siempre guiaron su vida. El premio literario que organiza el “Paso Negro” todos los años lleva su nombre, así como, desde 2003, la Biblioteca Municipal de Huércal Overa.